sábado, junio 30, 2012

De notas y letras...

Tenía este libro pendiente desde hace años...
Fue en una época pelín extraña de mi vida, lo compré, empecé a leerlo y era incapaz de concentrarme en su lectura... así que lo dejé y no lo volví a encontrar... algún día aparecerá en alguna caja de las que quedan sin abrir... o no, puede que nunca aparezca.

En mi visita a la Biblioteca al no estar el libro que quería leer, lo ví y me dije "este es el momento".


La verdad es que me ha decepcionado un poco, es muy descriptivo, quizá demasiado, y aunque es muy sensible, y la historia es totalmente distinta, dudo que algún día decidiese volver a leerlo.

De todas formas, os dejo la sinopsis y las citas que marqué con las banderitas verdes.

En plena época victoriana, un experto y apacible afinador de pianos llamado Edgar Drake, especializado en los delicadísimos Erard, es requerido por el ejército colonial británico para viajar a Birmania con el fin de reparar un ejemplar que se halla en posesión del erudito comandante médico Anthony Carroll. Por medio de la música y la poesía, Carroll ha logrado pacificar a las tribus locales, razón por la cual, desde tiempo atrás, ha exigido el preciado instrumento como condición para continuar con su estratégica misión en el corazón de la selva birmana. Así pues, tras dejar a su esposa en Londres, el afinador de pianos emprende el largo periplo por los mares de Europa, el Mar Rojo y el Océano Índico hasta llegar al interior de Birmania, descubriendo en su camino paisajes gloriosos y personajes de leyenda. Pero si la prolongada travesía ha despertado sus sentidos hasta el punto de impactar de lleno en su percepción del mundo y, sobre todo, de su persona, lo que espera al afinador es una realidad aún más oscura y compleja de la que jamás hubiera podido imaginar. Cautivado por una civilización tan extraña, donde el ser humano vive y expresa sus sentimientos con una fuerza inusitada para él, Drake tendrá que enfrentarse a las raíces de su yo más profundo y, a la postre, aceptar lo que el destino le tiene reservado.


Cuando las palabras no sirven, siempre queda el tacto.

Blanco. Como una hoja de papel, como el marfil sin tallar, todo es de color blanco cuando empieza la historia.

Carrol le explicó al que me contó la historia que ningún hombre podía matar a otro que tocase una canción que le recordara la primera vez que se había enamorado.

Yo también estuve casado, y tuve una hija, una niña que sólo vivió un día. Los shan dicen que cuando uno muere es porque ya ha encontrado lo que buscaba, y porque merece un mundo mejor. Cuando oigo eso pienso en mi hija.




Estoy chiflada con esta canción, me parece una pasada...



¡Feliz fin de semana!
Sonríe y Sueña
Olly

4 comentarios:

Y tú, qué opinas???? Gracias.